martes, 13 de octubre de 2009

El gobierno de Illia

Los objetivos del gobierno de Arturo Illia para 1963, eran lograr un ordenamiento del sector público, disminuir la deuda pública e impulsar a la industrialización, a través de un política económica nacional que permita la independencia del poder imperialista. Es decir que se buscaba la nacionalización y el control de los capitales.


Por ello, la UCR proponía la protección del mercado interno así que este período no se destacó por la gran inversión extranjera. Consecuentemente, las industrias “…estaban provistas por un sector agropecuario con escasas posibilidades de expandirse que afrontaban difíciles condiciones de mercados”1. Los problemas del plan se observaron en que “…el déficit fiscal marcaba una cifra pavorosa: 200.000 millones de pesos.”2, y por lo tanto también existía una paralela dependencia del FMI. Es decir, nuevamente la Argentina sufría la falta de financiamiento que atraía a su vez a tantos otros conflictos. Por consecuente el nuevo sistema económico nacional planteado durante el gobierno de Illia derivó en una fuerte devaluación, inflación y, como para agravar la situación, baja de salarios: “Con la crisis y la devaluación había en primer lugar una translación de ingresos del sector urbano al rural, pero también de los trabajadores a los empresarios, pues los salarios reales retrocedían ante la fuerte inflación.”3. Según Félix Luna, “En 1966 la inflación había aumentado un 32% y durante la gestión de Illia se habían hecho diez devaluaciones monetarias”4. Además, el desempleo también se evidenció como consecuencia: “En 1964 había casi medio millón de desocupados…”5. A pesar re ello, sorprendentemente para el fin de su presidencia, la deuda externa había disminuido 3.400 millones de dólares a 2.600 millones, cumpliéndose moderadamente su objetivo de disminuir la deuda. Además, si bien existió una disminución a nivel salarial, esto solo era en salario bruto ya que, el salario real entre diciembre de 1963 y diciembre de 1964 un 9,6%, pero pocos lo notaron ya que los ingresos no llegaban a cubrir la deferencia que se daba por la inflación, pero finalmente existió un importante aumento del 8% en el PBI.


Por otra parte, la búsqueda de progreso era constante ya que el país estaba subdesarrollado, como tantas veces criticaba Quino, reconocido dibujante de época, entre 1965 y 1966 a través de las tiras de Mafalda. Aunque por otra parte Quino también marcaba que los cambios eran superficiales, por ejemplo cuando Mafalda decía: “¡Como siempre!... ¡Aquí los cambios nunca son de fondo!”6. Esto no era herrado, de hecho, el autoabastecimiento solo se logró en los productos básicos, Mafalda dice que la bondad es: ¡Por fin un rubro en el que hemos logrado el autoabastecimiento!7. Sin embargo, empezaron a notarse ciertos cambios en el consumo: el progreso tecnológico permitió la llegada del televisor que resultó clave en la distinción en la distinción social.


Además, durante su candidatura, Illia realizo una promesa en la que proponía modificar la medida de Frondizi de poner los yacimientos petrolíferos en manos privadas. Esta famosa promesa que demuestra la influencia del imperialismo de la que nuestro pías pretendía desprenderse, se cumplió de tal manera que para el 15 de noviembre de 1963 Illia firmó los Decretos 744/63 y 745/63 que anulaban dichos contratos por "vicios de ilegitimidad y ser dañosos a los derechos e intereses de la Nación". El presidente buscaba disminuir los daños económicos y comerciales que la presidencia de Frondizi había creado ya que la venta había resultado en el traslado del riesgo empresario a YPF que debía realizar la inversión en nuevas exploraciones y el aumento de los precios de los combustibles.


No obstante, Romero afirma que la nueva política económica de Illia “modificaba profundamente los equilibrios (…) y volcaban la balanza a favor de los grandes empresarios”8. El Producto Bruto Industrial fue del -4,1% para el año 1963, del 18,9% para el año 1964 y del 13,8% para el año 1965. Pero los efectos políticos no fueron los esperados con respecto a la buena relación que se podría haber generado entre el Estado y el grupo empresario gracias a esta diferencia benéfica a nivel económico para el segundo. Por el contrario, este sector criticaba al presidente por la falta de acción.


Finalmente, fue la inestabilidad política que se venía arrastrando la que no premitió concretar un plan económico que, a pesar de sus debilidades, no estaba teniendo tan malos resultados.




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1Romero, Luis Alberto, Breve historia contemporánea de la Argentina, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2005, página, página 155

2Luna, Félix, Ob.cit., página 157.

3Romero, Luis Alberto, Ob.cit., página 156.

4Luna, Félix, Argentina, de Perón a Lanusse (1943-1973), Buenos Aires, Planeta/ Espejo de la Argentina, 1995, página 158.

5Luna, Félix, Ob.cit., página 157

6Lavado, Joaquín, Mafalda 2, Buenos Aires, Ediciones la Flor, 1988, tira 312

7 Autores varios, Todo Mafalda, Argentina, Ediciones de la Flor, 2000, pág. 76.

8Romero, Luis Alberto, Ob.cit., página 171.

jueves, 8 de octubre de 2009

Guido: con problemas políticos la economía queda olvidada

Los terribles problemas sociales y políticos que provocaron las políticas económicas lanzadas por Frondizi, culminaron con el sombrío golpe de estado de 1962, donde a pesar de las insistencias de Frondizi por no otorgar su renuncia, José María Guido asumió el poder ejecutivo como nuevo presidente de la nación.
El nuevo gobierno militar trajo consigo la política económica neoliberal antiinflacionaria, a pesar de que para 1962 los resultados económicos de la política de Álvaro Alsogaray habían reducido la tasa inflacionaria. No obstante habría que afrontar nuevamente en la historia el déficit en la balanza comercial, el agotamiento de reservas y la inestabilidad.
Federico Pinedo, como nuevo ministro de economía presentó un programa de ajustes en los que se tomaron medidas como la devaluación de la moneda, la reducción del gasto público y restricción de créditos. Prontamente se observó que los resultados no eran los esperados ya que evidentemente las medidas eran muy poco variables con respecto al periodo anterior más allá de la rigidez; y por ello en esta época de transición en la que se buscaba resultados inmediatos, se intercalaron periodos de políticas económicas similares por parte de distintos ministros de economía, pero todos con el mismo nivel despreciable de éxito.
Estadísticamente, se puede decir que el PBI disminuyo con respecto de la década anterior, la utilización de la capacidad manufacturera instalada decayó a menos del 55%, aumento el desempleo y los recursos del estado continuaron disminuyendo.
Claramente la inestabilidad política (Guido solo se veía apoyado por los militares) no permitió que se desarrollara un plan económico que permitiera revolucionar la política económica fallida que venía llevando la nación.
En los primeros minutos de este video se habal de una política económica "hostil". Es decir, que vemos como no se pensó en los resultados sociales al presentar estos planes sino que se intentó imponesr un orden que dificilmente podría alcanzar a todos los argentinos. Pero dentro de todos los videos que pudimos encontrar notamos que el desorden político hace que sea dificil encontrar alguna crítica a nivel económico. No obstante, este video nos da el pie a comenzar a ver el contexto social y político de Illia para que luego podamos analizar el aspecto económico.

martes, 6 de octubre de 2009

El Nuevo Ministro de Economía: Alvaro Alsogaray

Como resultado del fracaso evidente de la política económica desarrollista, Arturo Frondizi se vio obligado a nombrar a un nuevo ministro de economía, capaz de afrontar los problemas desde otro ángulo. Alvaro Alsogaray fue el elegido para ocupar este puesto y no dejó dudas de su nueva política económica visiblemente contraria a la del peronismo. Es decir, tenía una postura bastante “ortodoxa”, realizando así medidas tradicionales tales como la privatización, la devaluación, congelamiento salarial, contención del gasto público con la reducción de gastos estatales y el fomento de la iniciativa privada.


Afortunadamente, las leyes de inversiones extranjeras y promoción industrial, coincidieron con una etapa en la algunas empresas de Estados Unidos buscaban la expansión. Paralelamente, en el ámbito político existió cierto acercamiento al presidente norteamericano, Kennedy. Esto permitió que el gran problema económico en la Argentina, que es el financiamiento, se viera disminuido, al menos por entonces. Consecuentemente, en el periodo del ‘58 al ‘63 se alcanzó un máximo de inversiones extranjeras desde 1912. Esta vez, se probó un desarrollo de las ramas automotriz, la petrolera y petroquímica, la química, la metalúrgica y la de maquinarias eléctricas y no eléctricas como se venía haciendo, pero con mucho mayor éxito. Además, se proveyeron privilegios de protección al mercado interno que los inversores ciertamente aprovecharon.

Sin embargo, este abrupto cambio en la postura económica durante el mismo frondizismo y con respecto al peronismo mismo, trajo consigo algunas consecuencias políticas como la oposición de diversos sectores como los nacionalistas, la UCR del Pueblo y los partidos de izquierda. No solo por los cambios en la política petrolera, pero también por la ruptura del estado con los sectores sociales trabajadores que empezaron a ser reprimidos por no contentarse con el nuevo sistema económico.

Si bien los resultados que observamos en la economía a partir de la llegada de Alvaro Alsogaray fueron prósperos en el periodo 1958-1963, difícilmente se lograron resultados sociales y políticos esperables después de las nuevas medidas económicas del gobierno de Frondizi. Asimismo, no podemos afirmar que Frondizi logró su objetivo de plantear un política económica abordada desde un ángulo distinto ya que el nuevo ministro de economía utilizó medios poco revolucionarios para lograra la estabilidad económica.


jueves, 1 de octubre de 2009

El desarrollismo de la mano de Frondizi

El desarrollismo surge como un proyecto de política económica de gran difusión en la de década del 50 propuesto por un grupo de intelectuales que luego fue utilizado durante la presidencia de Arturo Frondizi, al asumir en el año 1958. En mayo de ese año, el secretario de Relaciones Economico-Sociales, Frigerio puso en marcha el modelo, cuyo objetivo principal estaba enfocado hacia el crecimiento industrial de, por ejemplo, industrias básicas como la petrolera, química, celulosa, siderúrgica y de maquinaria. De esta manera, se abastecería la industria liviana de los bienes necesarios y terminaría con la dependencia extranjera y generaría un mercado interno en continua expansión. Este sistema a su vez especulaba diversas ventajas: se aprovecharían los recursos naturales e integraría las regiones del país formando una economía verdaderamente nacional reemplazando las importaciones por artículos elaborados en el país; la producción agropecuaria se beneficiaria con la abundancia de energía, maquinarias, combustibles y productos químicos que aumentaría la producción debido a la tecnificación y modernización del sistema, que a su vez, aseguraría la satisfacción de las aspiración de todos los sectores. Sin embargo, para llevar a cabo el proyecto, se necesitaba una fuerte infraestructura que la proveyera de materias, combustibles y bienes de capital para que la industria liviana siguiera creciendo y pueda cubrir la demanda interna y ampliar el mercado para las exportaciones optando también por las exportaciones no tradicionales. Además se plantearon dos alternativas de obtener el capital necesario para lograr estos objetivos, el primero era una drástica reducción del consumo interno y ahorro forzoso o el endeudamiento externo. El gobierno por otra parte debía atraer los capitales extranjeros ofreciendo una serie de beneficios como podrían ser máximas garantías jurídicas. Pero la apelación a capitales extranjeros en este caso, no proponía empeorar el déficit sino que serviría para explotar nuestros propios recursos naturales, establecer industrias básicas, construir caminos, radicar industrias en el interior del país y explotar nuestras fuentes de energía.

Otros objetivos secundarios fueron la recuperación de caminos, los transportes ferroviarios y automotor y las comunicaciones en general.





Ante la debilidad politica del gobierno de Frondizi debido a la oposición de las fuerzas armadas, entre otras razones, el presidente toma una serie de decisiones descriptas en este video a partir del minuto 2:45:
el aumento de salario del 60%,
el dictamen de leyes que favorecen la radicacion de capitales extranjeros,
los acuerdos de explotacion petrolera con empresas europeas y americanas,
el estímulo de inversiones en "areas estrategicas" (celulosa, automotriz, siderurgica).